Coronavirus, ¿una peste inventada que funciona como distractor?
No me trago la patraña esa del coronavirus. Creo que algo grueso a nivel mundial se cocina y buscan tenernos alelados con la supuesta epidemia.
Coronavirus siempre ha habido: es el contagio de humanos de enfermedades provenientes de los animales, a través de virus. O virus que enferman a animales.
La más reciente bola de humo fue la de la influenza que, dijeron, había empezado en España. En México, cuando dijeron que se habían detectado los primeros casos, la gente se paniqueó.
Y ya ni queríamos estar cerca siquiera de un gripiento. Los geles antibacteriales y los cubrebocas se elevaron a precios increíbles.
Pero influenza siempre ha existido en México; hasta en lo libros de texto de secundaria se habla de esta enfermedad. Pero eso nunca lo dijeron los medios informativos. Ni tampoco el gobierno. Presentaron la enfermedad como una novedad. Buscaban que la gente se alarmara y se distrajera. Y lo lograron.
Coronavirus, ¿la peste distractora?
Yo no creo que sea cierta esa epidemia. Algo quieren que no sepamos y nos quieren distraer con la difusión de esa información.
En México, en el sexenio priista de Ernesto Zedillo, la televisión sacó la patraña del Chupacabras, un monstruo mitad demonio y mitad cabra, que devoraba chivos, cabras, vacas, bueyes (y hasta güeyes, ja ja, chiste local que solo entienden los mexicanos) y que podía comer hasta gente. Tengan cuidado, era el mensaje mediático. Y la gente se paniqueó o se aleló con esa información. Se distrajo, pues. El objetivo era ese: que la población centrará la atención en esa caricatura monstruosa que había inventado la cúpula gobernante.
En ese tiempo de la invención mediática del Chupacabras, las críticas contra el régimen arreciaron; se decía en aquel entonces que ese monstruo había sido inventado como un distractor por el reciente asesinato del candidato priista a la presidencia de México, Luis Donaldo Colosio, las devaluaciones del peso mexicano y el autoritarismo del régimen priista.
Recuérdese que Ernesto Zedillo llegó a la presidencia de México, luego del crimen nunca aclarado de Colosio.
El pensador Noam Chomsky considera que la distracción es una de las estrategias de manipulación política y social. El fenómeno de la distracción ha sido analizado por comunicólogos, psicólogos sociales y sociólogos, los cuales coinciden en que este persigue alejar la atención de las personas de los problemas realmente importantes, y centrar el interés en asuntos que exciten emocionalmente.
Otro distractor de las masas
Años después de la invención mediática del Chupacabras, en México, a través de la televisión privada -pero que funciona como vocera del gobierno- se puso en la agenda mediática la noticia de que las maras centroamericanas -esas temidas bandas delincuenciales- habían llegado a México a cometer males.
Y se recomendaba que la gente no saliera a las carreteras en las noches que porque las maras centroamericanas andaban matando gente nomás porque sí. Recuerdo que el titular del noticiario con horario estelar decía que esas bandas criminales centroamericanas estaban reclutando miembros, los cuales para poder ingresar tenían a que asesinar a alguien.
Y abundaba de que esos aspirantes a maras, andan en autos en las carreteras en las noches, con las luces altas, y que si otro conductor les aventaba también las luces altas, empezaban a seguirlo hasta matar al automovilistas atrevido.
En ese tiempo -si la memoria no me falla, el Congreso mexicano incrementó impuestos a productos básicos.
En México, la cúpula gobernante ha inventado monstruos, bandas delincuenciales; o ha utilizado la difusión de enfermedades para distraer a la gente, para que no se enteren de políticas públicas tomadas contra la población.
Ahora, con la difusión de las noticias del coronavirus, creo que quieren distraernos de algo grueso a nivel mundial. ¿Qué será eso que no quieren que sepamos?
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